Si eres una mujer madura no necesito convencerte de la importancia que tiene entrenar y conocer nuestro cuerpo. Somos mujeres de acción, luego es esencial que nuestra salud acompañe nuestras aventuras profesionales y que estemos íntimamente conectadas a nuestro cuerpo.


A menudo, al llegar a ciertas etapas de la vida, como la menopausia, las mujeres solemos sentir una presión intensa para mantenernos en forma y cuidar nuestra salud de manera específica. La recomendación común es enfocarse en ejercicios de fuerza, lo cual es crucial para mantener la densidad ósea y la salud muscular. Sin embargo, muchas veces esto se traduce en forzar el cuerpo con rutinas que no siempre son placenteras ni sostenibles a largo plazo.

Errores Comunes al Entrenar Fuerza:

  1. Forzar el Cuerpo: Muchas mujeres comienzan regímenes de entrenamiento intensos sin tener en cuenta las necesidades y limitaciones de su cuerpo, lo que puede llevar a lesiones y agotamiento.
  2. Falta de Motivación: Hacer ejercicio sólo por obligación puede convertirse en una tarea tediosa, perdiendo el placer y la conexión con una misma.
  3. Negligencia de la Mente y el Espíritu: Enfocarse exclusivamente en el aspecto físico sin considerar el bienestar mental y emocional.

En resumen, el lugar interno desde donde entrenamos no es el idóneo. Y ahora, abarquemos también el espacio físico desde donde vas a realizar tu práctica. El entrenamiento Zen Femme lo puedes hacer en cualquier lugar, no necesitas ir al gimnasio para conectar con tu cuerpo. En el hogar, en un break en la oficina, en un parque/ jardín, de vacaciones…Siempre sugiero crear un espacio que simbólicamente represente una especie de santuario donde lo preparas como si fueras a encontrarte con una deidad o con tu amante. Efectivamente vamos al encuentro de nuestra Diosa y de nuestro amante interior, que somos nosotras mismas. Esta preparación no tiene por qué ser elaborada, sencillamente un vaporizador con algún aceite esencial, una luz bonita y algún objeto de poder como un mineral ayudará a recordarte que entrenas por placer, no por deber.

Resumen del Enfoque Zen Femme: Sensibilidad en el entrenamiento

No se trata sólo de trabajar los músculos, sino de hacerlo de una manera que también nutra la mente y el espíritu, para que nuestra fuerza sea sensible y nuestra sensibilidad sea fuerte. Nuestro yin/yang interconectados, fundidos.
Y ahora, me gustaría hacerte esta pregunta y que te respondas con total sinceridad: ¿crees que podrías entrenar desde un lugar interior gozoso y placentero?

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