¿Qué es el Entrenamiento Zen Femme?

El entrenamiento Zen Femme combina la fuerza física con la meditación y la atención plena. Es una forma de ejercicio que no sólo construye músculos, sino que también cultiva una profunda conexión con una misma. Concretamente te conecta con el núcleo de tu poder creador. ¿Te imaginas poder localizar en tu cuerpo el origen de esta fuerza y dialogar con ella del modo en que os podáis entender?


Aquí te muestro cómo podemos incorporar el enfoque Zen Femme en nuestro entrenamiento:

  1. Haciéndonos conscientes de nuestra postura corporal, para que favorezca nuestra plasticidad neuronal.
  2. Mindfulness en Movimiento: Realizamos cada ejercicio con plena conciencia del cuerpo. Prestamos atención a cada movimiento, a la respiración y a cómo se siente el cuerpo. Este nivel de atención no solo mejora la eficacia del ejercicio, sino que también nos conecta más profundamente con nuestro ser interior.
  3. La capacidad de conZENtrarnos con el método Zen Femme se desarrolla a través de la contracción muscular. Traemos nuestra mente al músculo cada vez que contraemos partes específicas del cuerpo, atrayendo nuestra presencia, esencia y energía en el instante.
  4. Apertura a la vibración del cuerpo: las posiciones que se practican en Zen Femme te hacen sostenerte en una intensidad donde tus músculos, tendones y fascias producen una actividad continua de tensión y al mismo tiempo de relajación. Vivir y atravesar la vibración mientras sostienes una posición puede proporcionar una perspectiva más completa de nuestra experiencia humana y ofrecer vías para mejorar nuestro bienestar en diversos niveles.
  5. Cuando sientes que te sostienes en la incomodidad de ciertas posiciones, nos conectamos así con otras capacidades cognitivas que nos aportan seguridad interior y autoestima.
  6. Equilibrio entre posiciones isométricas y ejercicios de acción: Además de incorporar ejercicios que desarrollan la fuerza en quietud (isometría) también realizamos ejercicios de flexibilidad y equilibrio. Puede resultar parecido a pilates, al mundo fitness e incluso al yoga pero todo con un enfoque zen.

Comprobarás que, al adoptar un enfoque Zen en tu entrenamiento, no sólo trabajamos nuestro cuerpo, sino que también cultivamos una mayor sensibilidad y conciencia de nosotras mismas. Este camino nos permite encontrar un equilibrio armonioso entre la fuerza física y la serenidad interior, haciendo que el auto-cuidado sea una experiencia verdaderamente enriquecedora.

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